Microrrelato
Era el pequeño de tres hermanos. Siempre que nevaba
a Carlos le encantaba sentarse a los pies del ventanal, mientras Jorge contaba
historias de terror. La chimenea estaba encendida, lo que añadía un toque de
calidez a la habitación. Carlos se imaginaba como sería una vida plagada de
éxitos, éxitos que agrandaran su calidad de persona. Observaba detalladamente cómo
los copos caían del cielo con una perfección impoluta aturullándose en pequeños
montones que cubrían las calles de Barcelona. La ruidosa ciudad quedaba
reducida a una bella marea blanca, que cubría por unos breves o, quizá, largos
días el centro de su mundo. Comprobaba cómo la hermosa nieve era efímera, al
igual que la vida. Un día estás en tu grandioso y merecido momento y, sin saber
cuándo, desaparece.
Mira a Jorge, aún atemorizando a todo aquel que
sucumbe a sus aventuras, y mientras escucha el consumir de la leña, abrasada
por el hambriento fuego, comprende qué no necesita más, tiene lo que siempre ha
querido: un acogedor hogar y una historia que crear.
Irene Baltanás.
Espero que os guste. Va por vosotros.
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