¡Hola chicos, hoy os traigo un nuevo soneto o, al menos, eso creo yo! He intentado abordar un tema mitológico que me gusta para darle la vuelta. El mito de Apolo y Dafne como todos lo conocemos considero que está ya dado de sí. Es por ese motivo, que he querido probar nuevas oportunidades. ¿Qué hubiera pasado si hubiese sido Dafne la que llorase por Apolo? Esa misma pregunta me he hecho yo y, como en tantos casos, la solución ha sido esta. Espero que os guste y no pecar por aventurera. Un beso muy grande para todos aquellos que me leéis. Gracias una vez más.
Suspirando por un Dios
En un verde
sendero, cerca del río,
Reposaba
Dafne, dama dormida;
Un sueño de Luz
y un amor de vida,
Gobiernan las
tinieblas del duro frío.
Mientras
Apolo, cuerpo de poderío,
A las más
hermosas ninfas él cuida;
Dafne, triste,
sin Sol es abatida
Por amar al
que alardea de mujerío.
La Ninfa, el más dulce alivio implora;
Mas corteja a
alguien que no la desea
Y el corazón no bombea, solo añora,
Peneo con
actitud degolladora,
En ruiseñor se
metamorfosea,
Para apagar la
Luz que Dafne llora.
Irene Baltanás.
No hay comentarios:
Publicar un comentario