🌈🌈🦄🦄



           ¡Hola, amigos! ¿Cuánto puedo llevar sin pasarme por aquí, dos años? Puede ser. No es que me haya olvidado del blog ni muchísimo menos, pero he estado un tiempo bloqueada, sin saber que escribir o decir. ¿La falta de tiempo? También podemos achacárselo a eso, aunque creo que ha sido más por falta de inspiración que de tiempo. No obstante, ya estoy de vuelta. No prometo que vaya a ser constante, porque me esperan unos meses bastantes intensos, pero al menos intentaré ir subiendo algunas cositas. 

Últimamente, me encuentro más a gusto escribiendo en prosa. Me gusta mucho crear micro relatos que en apenas unas líneas puedan hacer imaginar una historia. Pues bien, lo he vuelto a intentar. No sé si os gustará o no, pero mientras lo escribía me sentí plena, pues estaba haciendo lo que más me gusta. Un beso enorme y, como siempre os digo, mil gracias por leer. 




         ¿Qué es el miedo? Es una pregunta que me hago a diario y a la cual no consigo responder con convicción. Una vez un hombre muy sabio me dijo: “si has de temerle a algo que no sea a vivir”. Ese hombre fue mi abuelo. Su consejo ha resonado en mi cabeza durante años, sin poder darle una explicación lógica. ¿Cómo vamos a tener miedo a vivir? Bien, pues hoy por fin he conseguido hallar una respuesta. Creo que mi abuelo no se refería literalmente a la vida en sí, sino a lo que ésta conlleva. Vivir no solo es crecer y envejecer; es mucho más que eso. Vivir es reír hasta que te ahogues, es sufrir hasta que duela, es querer hasta que enloquezcas, es soñar hasta que vueles, es caer hasta que te levantes, es avanzar hasta que brilles, es creer hasta que te ciegues: vivir es sentir hasta que mueras.

No hay comentarios:

Publicar un comentario